Cómo medir el ROI de una estrategia SEO premium

En Bolmia, como agencia SEO, de desarrollo e IA 360, nos hacen siempre la misma pregunta: “Vale, invertimos todos los meses… pero ¿cómo sabemos si esto de posicionar en Google realmente está dando dinero y no solo visitas bonitas?”. Y es normal. A nadie le gusta tirar presupuesto a un pozo sin fondo, por muy digital que sea.

Lo curioso es que, cuando empezamos a revisar con clientes, descubrimos que el problema casi nunca es el SEO en sí, sino cómo se mide. Hay empresas que solo miran una gráfica de tráfico y deciden si “va bien” o “va mal”. Otras se quedan en el “hemos subido a top 3 en estas palabras”, pero luego ventas… pocas. Lo que falta ahí es una historia clara: cuánto inviertes, qué entra por el canal orgánico y cómo lo conectas con negocio real.

En este artículo queremos contarte, tal y como lo trabajamos en Bolmia, cómo medir el retorno de una estrategia SEO premium de forma aterrizada, con números, pero también con ejemplos del día a día. Sin fórmulas imposibles y sin humo.

El primer error: querer ROI sin tener claro qué es “resultado”

Antes de abrir Analytics o el CRM, hay una conversación incómoda pero necesaria: ¿qué es “éxito” para ti?. Porque no es lo mismo querer notoriedad de marca que querer cerrar contratos de 10.000 €.

Nos pasa mucho: empresas que dicen “el SEO no funciona”, y cuando preguntamos qué esperaban, la respuesta es muy difusa. Unos hablan de “más visibilidad”, otros de “más leads”, otros de “vender más online”. Si todo eso está mezclado, el retorno nunca se verá claro.

Por eso, cuando arrancamos un proyecto, bajamos a tierra cosas muy concretas: cuántas oportunidades comerciales al mes serían un éxito, qué tipo de formularios son realmente buenos, cuánto vale de media un cliente nuevo, cuánto tiempo suele quedarse contigo. A partir de ahí, ya no hablamos solo de clics, sino de negocio que entra por la puerta gracias al canal orgánico.

Ponerle nombre a la inversión (aunque duela un poco)

El siguiente paso es asumir una realidad: una estrategia de posicionamiento seria no es solo la cuota mensual del proveedor. Hay más capas implicadas, y si las ignoras, la foto del ROI sale distorsionada.

Piensa en todo lo que hay detrás: la mensualidad del equipo especializado que lleva tu cuenta, las herramientas que se usan para analizar palabras clave y competencia, las horas de tu propio equipo revisando contenidos, aprobando propuestas o ajustando landings, el desarrollo técnico para que tu web cargue rápido y convierta mejor. Todo eso forma parte de la apuesta.

En Bolmia solemos hacer un ejercicio muy sencillo con los clientes: sumamos todas esas piezas y las convertimos en una cifra al mes. A veces asusta un poco verla escrita, pero es lo que permite luego decir, sin autoengaños: “invertimos X al mes en posicionamiento orgánico”. Y a partir de ahí, comparamos.

Cómo conectar visitas con euros (sin perderse en el camino)

La parte más bonita viene cuando empezamos a ver qué entra por el canal orgánico. No basta con saber cuánta gente llega desde Google; la clave es entender cuántos de esos usuarios realizan una acción que te acerque a vender.

Aquí la analítica juega a nuestro favor. Configuramos objetivos claros: envíos de formulario, solicitudes de demo, compras completadas, clics en WhatsApp o email. Luego filtramos por tráfico de buscadores. No es teoría, es revisar datos del mes y ver qué ha hecho la gente que realmente venía de ahí.

El siguiente paso es ponerles valor. Si de cada diez contactos acabas cerrando uno y su proyecto medio son 5.000 €, ya tienes una referencia: cada lead de calidad vale unos 500 €. De repente, esas 20 oportunidades que llegaron del contenido que trabajamos hace meses se convierten en una cifra tangible. Ahí el canal orgánico deja de ser “visibilidad” y pasa a ser una fuente medible de ingresos futuros.

La fórmula del ROI… y lo que no te cuenta

En algún momento hay que hacer cuentas. La fórmula clásica es simple: restas a los ingresos que provienen del posicionamiento lo que has invertido en esa estrategia y divides por la inversión. El resultado te dice, en porcentaje, si estás multiplicando o no tu apuesta.

Pero más allá del número en sí, lo interesante es la conversación que abre. Si el retorno es positivo pero bajo, quizá el problema no es la captación, sino la conversión comercial. A lo mejor los contenidos traen muchas oportunidades, pero tu proceso de ventas no está optimizado. Si el retorno es negativo los primeros meses, quizá la estrategia aún está en fase de siembra y no de cosecha. Ver solo el dato sin contexto es como juzgar una serie por el piloto: te pierdes la trama.

Por eso nos gusta complementar esa cifra con indicadores intermedios: cómo evoluciona el tráfico cualificado, qué tipo de búsquedas nuevas estamos cubriendo, cómo mejoran los ratios de clic desde las SERP, cuántos usuarios vuelven después de leerte varias veces. Todo eso cuenta la historia de fondo que explica por qué el ROI se mueve.

El factor tiempo: el posicionamiento no juega el mismo partido que los anuncios

Una de las mayores frustraciones que vemos es la comparación directa con la publicidad de pago. Con las campañas de anuncios, enciendes presupuesto y al día siguiente empiezas a ver clics. Con el SEO avanzado, el ritmo es distinto: al principio se nota poco, luego despega y, si lo haces bien, aguanta. En nuestro blog, te dejamos un artículo sobre las nuevas tendencias SEO.

Nos gusta explicarlo con una imagen muy simple: la publicidad es como alquilar un escaparate en la calle principal; el posicionamiento es como comprar un local y reformarlo. Lo primero da visibilidad inmediata pero desaparece en cuanto dejas de pagar. Lo segundo tarda, pero cuando está funcionando, el flujo de gente no depende solo de cuánto inviertas ese mes.

Por eso, cuando analizamos el retorno, no nos quedamos con un solo mes. Miramos tramos: qué pasa a los seis meses, al año, a los dos años. Hay clientes que, pasado un tiempo, generan negocio constante gracias a contenidos que se escribieron hace mucho. Ese efecto arrastre es parte del ROI, aunque no salga en el Excel del último trimestre.

Cómo lo trabajamos en Bolmia: datos, contexto y una conversación honesta

Al final, medir el retorno de una estrategia SEO premium va de algo muy humano: ponerse de acuerdo en qué importa y mirarlo con la suficiente frecuencia como para corregir el rumbo. En Bolmia hemos visto de todo: empresas que pensaban que su estrategia no servía y, al ordenar datos, descubrieron que el canal orgánico era su principal fuente de leads; otras que se daban palmaditas por el tráfico y, cuando cruzamos con ventas, vieron que atraían a un público que nunca iba a comprar.

Nuestro papel ahí no es bombardearte con informes técnicos, sino traducir todo eso a decisiones claras. Si una línea de contenido trae muchas visitas pero cero negocio, la matamos o la reorientamos. Si una categoría concreta genera clientes con alto valor de vida, la potenciamos. Si el embudo se rompe en ventas, proponemos revisar procesos, mensajes o incluso producto.

La gracia de mezclar marketing, desarrollo y IA en una misma casa es que podemos ir más allá del “hemos subido tres posiciones”. Automatizamos parte del análisis, detectamos oportunidades nuevas en las búsquedas de tu sector, proponemos mejoras en la web para que la gente no solo llegue, sino que convierta… y, sobre todo, te ayudamos a ver negro sobre blanco si esa inversión mensual en SEO está volviendo en forma de clientes, facturación y crecimiento sostenible. Porque, al final, de eso va todo esto: de que el posicionamiento no sea un gasto fijo más, sino un motor rentable que se pueda medir, entender y mejorar con el tiempo.

Preguntas frecuentes sobre el ROI del SEO premium

¿En cuánto tiempo se empieza a notar el ROI de una estrategia SEO avanzada?

Normalmente los primeros meses sirven para sentar bases: auditoría, contenidos y técnica. A partir de los 4–6 meses suelen verse oportunidades claras y, entre 6 y 12 meses, el canal orgánico empieza a consolidarse como motor estable de negocio.

¿Qué necesito tener configurado para medir bien el retorno del SEO?

Lo mínimo es una buena analítica: objetivos en Analytics, etiquetado correcto de formularios, seguimiento de compras y conexión con tu CRM o herramienta de ventas. Sin eso solo verás visitas, no impacto en clientes reales.

¿El SEO siempre tiene mejor retorno que la publicidad de pago?

No siempre, pero juegan ligas distintas. La publicidad da resultados rápidos mientras pagas; el SEO tarda más, pero construye un activo que puede seguir generando negocio incluso si recortas inversión. Lo ideal suele ser combinarlos.

¿Cómo saber si el problema está en el SEO o en mi equipo comercial?

Si el canal orgánico genera visitas y leads cualificados, pero luego casi nada se cierra, seguramente el cuello de botella está en ventas. Si apenas llegan oportunidades desde buscadores, el problema está en la estrategia de posicionamiento.

¿Qué hace Bolmia para ayudarme a medir y mejorar ese ROI?

En Bolmia conectamos datos de analítica, CRM y ventas para saber qué contenidos traen negocio real. A partir de ahí priorizamos temas, mejoramos landings y ajustamos la estrategia para que tu inversión en SEO sea cada vez más rentable.